Personalmente, siempre he tenido mucha curiosidad por la tecnología y he aprendido mucho jugueteando, probando, explorando y algunas veces “destruyendo”. Siempre me recuerdo con mucha emoción el día en que rompí uno de los ordenadores del aula informática: tenía más o menos 13 años y estaba jugueteando para crear uno de mis primeros hipertextos, y mientras utilizaba un floppy disk para guardar todo mi trabajo...algo no terminó como yo esperaba. Estaba aterrorizada por la reacción de mi profesora, pero ella no me regañó y simplemente se sentó a mi lado para solucionar el problema. Solucionar los problemas con la ayuda de tu profesor es una parte fundamental del aprendizaje.
Vivimos en un “mundo 2.0" y para un profesor rechazar esta situación sería algo imperdonable porque significaría rechazar la realidad. Además, como ya hemos visto en las sesiones anteriores, el internet tiene muchisímas ayudas para la enseñanza y es necesario saber elegir y seleccionar las que son verdaderamente significativas y útiles tanto para nosotros como para nuestros alumnos.
Vivimos en la sociedad de la información, es decir una sociedad donde el vederdadero tesoro ahora son las informaciones que corren por todo el mundo a través de las redes de internet.
Como profesores y futuros profesores de ELE es imprescindible tener un conocimiento de las TIC (por lo menos básico) para tener su “dimensión online” sin olvidar que las TIC en sí mismas no generan nada y que son un medio para enseñar. La pregunta incial para un profesor que utiliza las TIC es siempre la misma: ¿Qué van a aprender mis alumnos? La regla de oro del profesor 2.0 es: integrar las TIC en el proceso de aprendizaje. No hay que desarrollar las tareas con las TIC sólo porque son graciosas y divertidas, sino porque pueden ser muy significativas en el proceso de aprendizaje de ELE y por lo tanto es necesario siempre analizar y organizar la tarea, sin perder el enfoque.
Se puede aprender mucho navegando por este mar, o mejor dicho, este océano del internet, pero es importante tener y ayudar a desarrollar una competencia digital, es decir saber buscar y seleccionar entre la inmensidad de posibilidades que este océano nos ofrece para propender siempre hacia el objetivo del aprendizaje autónomo (aprender a aprender: tiene que ser nuestra filosofía de vida). Libertad significa también responsabilidad y el profesor, como eterno estudiante, es capaz de entender que hoy puede ser un buen profesor sólo si evoluciona en este sentido digital para sacar el aula afuera en el mundo a través de la tecnología.
p.d. un poco de ironía para concluir mi reflexión ;-)
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