Seamos sinceros: a (casi) nadie le gusta la gramática. Estoy segura de que para la mayoría de los alumnos de todo el mundo la gramática es un verdadero monstruo, que les roba el sueño con sus reglas inútiles y que no sirve para nada, solamente para aprobar el examen.
Esto es el resultado de años y años de clases donde lo único que se enseñaba era repetir las reglas gramáticales y aprenderlas de memoria.
El método deductivo ha convertido en un monstruo a la gramática, pero todos sabemos que la gramática tiene un peso muy importante en el aprendizaje de la L2 así como los contenidos léxicos y fonéticos.
¿Cómo ayudar el alumno a comprender que la gramática es un amigo fiel?
El profesor, como es un guía y maestro, juega un papel fundamental en este camino hacia la paz y la amistad.
En primer lugar, es importante no perder nunca la perspectiva real de la comunicación: la selección de los contenidos lingüísticos tiene que ser relacionada con el uso social de la lengua y la práctica debe ser significativa.
Por lo tanto, el profesor tiene que enseñar contenidos relevantes y pertinentes, tiene que potenciar el valor de cada alumno y además fomentar la inteligencia colectiva: la lengua es comunicación y es imposible aprender solos.
Por ejemplo, los ejercicios gramaticales deben responder a la regla y representar los usos reales y actuales de la L2; además deben tener un contexto y un objectivo muy claro, es decir un ejercicio tiene que ser lo más verosimil posible. Otro ejemplo, para ayudar los alumnos a aprender y ampliar el léxico es recomendable utilizar los mapas mentales presentados en unidades de manera contextualizada para estimular la asociación de las palabras en redes.
Por ejemplo, los ejercicios gramaticales deben responder a la regla y representar los usos reales y actuales de la L2; además deben tener un contexto y un objectivo muy claro, es decir un ejercicio tiene que ser lo más verosimil posible. Otro ejemplo, para ayudar los alumnos a aprender y ampliar el léxico es recomendable utilizar los mapas mentales presentados en unidades de manera contextualizada para estimular la asociación de las palabras en redes.
En conclusión, enseñar a aprender es el único método eficaz para ayudar el alumno a ser autónomo y comunicar en la L2: aprender es un camino y no una guerra, por eso se necesitan amigos para compartir el viaje y así multiplicar el placer. El profesor-guía tiene que mostrar que estos amigos son la gramática, el vocabulario y la fonética: inicialmente pueden tener un aspecto “monstruoso”, pero la experiencia nos enseña que las apariencias engañan y la mayoría de las veces tenemos miedo a lo desconocido. El profesor debería favorecer un cambio de perspectiva a tráves de actividades dinámicas y motivadoras, así que al alumno pueda considerar necesario y útil aprender los contenidos gramáticales porque serán aquellos que le llevarán de la mano durante todo el viaje del aprendizaje (que de hecho nunca termina).
P.D. Esta vez recomiendo un libro muy interesante: "La isla de las palabras" ("La Grammaire est une chanson douce" yo lo leí en francés) de Erik Orsenna, novelista y miembro de la Academia Francesa. Una novela entretenida donde los personajes y el lector viajarán por el mágico mundo de las palabras para descubrir que la gramática en un juego divertido y...una canción dulce.
A mí me encanta aprender gramática :)
RispondiEliminaMe gusta lo de encontrar la paz y la amistad!
;-) ¡Muy bien! De eso se trata...trasmitir a los alumnos algo que nos gusta.
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